Bueno otro más, esta vez muy bien acompañado,y esta ocasión a Munich, Alemania. En esta ocasión fué un viaje inesperado, a través de Irene, la novia de David, la cual estuvo trabajando en la ciudad, disponíamos de alojamiento, cosa que se agradece cuando se viaja, ya que sale bastante más económico, además que no tienes que perder el tiempo buscando.
La verdad es que es una ciudad muy bien comunicada con el transporte público a pesar de lo grande que es, da igual si coges un cercanías, metro o bus, siempre puntual, limpio, esta genial, y más para mi, que no estoy acostumbrado a cogerlos.
No voy a ponerme a escribir los nombres de los edificios o calles que hemos ido visitando…. ya que tendría que hacer un curso intensivo de alemán, vaya tela que chungo es. Pero gracias a Irene y Donka, una amiga y dueña del piso donde estuvimos, fueron unos dias geniales. La verdad es que sin ellas dos, no creo que hubiéramos sido capaces de haber hecho todo lo que hicimos, a ver, que morirnos de hambre no nos hubiéramos muerto, pero si que no habríamos visitado algunas de las cosas que hemos visitado, además, un amigo de ellas, Sergio, un chico murciano, nos estuvo explicando bastantes cosas de la zona.
El primer día fuimos a la Cervecería más antigua de Munich, HOFBRÄUHAUS. Lugar donde le gustaba a Hitler ir a charlar y beber. Es muy curioso, tal y como entras, a mano izquierda nos encontramos una especie de guardarropia, do si, no de chaquetas, sino de las jarras de cerveza, es un lugar donde se alquila una plaza y tal y como acabas de beber, lavas tu jarra, y la dejas bajo candado en tu lugar, jajaja, esta genial.

Además, en el mismo centro de la cerveceria hay como un pequeño altillo, donde una banda típica bávara, se dedica a tocar durante todo el tiempo música típicamente bávara.
Como se puede ver, íbamos bastante bien abrigados, ya que la temperatura no nos supero en el centro del dia los 5º, por la noche era peor, ya que las temperaturas bajaban hasta los -3º, lo único bueno es que es un frio seco, por lo menos donde estavamos, y si te abrigabas, pues lo podias llevar bien.
Al día siguiente nos fuimos a visitar el castillo del rey loco, castillo que fue la inspiración de Disney, para sus dibujos animados, y con el tiempo se convirtió en el símbolo de los inicios de sus películas.

Este castillo tiene una gran historia, fue construido íntegramente por materiales y obreros bávaros como así quiso el rey. A su muerte, todavía no había sido terminado. Al rey junto a un criado se los encontraron muertos cerca del castillo.

La verdad es que da gusto viajar, es increible la cantidad de cosas que se llega a aprender. Y más cuando estamos cansados de escuchar en las noticias, que si somos un ejemplo para Europa, que si somos los que más avanzamos, etc, etc, mentira podrida, si se aplicaran en España, todo lo que se ve por europa, entonces si que podríamos compararnos, pero no es el caso. Además de que no es necesario ir a cosas extrañas, simplemente con el reciclaje, o con el metro, entradas libres, sin barreras, si quieres comprar el ticket bien, que no quieres, no pasa nada, eso si, alli todos lo llevan. Están mucho más civilizados que nosotros en muchísimos aspectos.
Bueno, última tarde, hoy nos toca dar una vuelta por el centro y ver los mercadillos, pero tampoco mucho rato, esta noche nos juntaremos en casa de Donka y cenaremos allí, y después, un Catán, que por cierto, la pareja de Sergio, Félix, es del pueblo del creador del juego, y nos contaba que cada domingo en el pueblo, se dedicaban a jugar partidas todo el mundo, jajaja, que bueno, también e de decir,que nos ganó, como se notaba que tenia partidas a sus espaldas, jajajaja.
Ultima mañana, esta dia fue el que menos hicimos, preparar las maletas, desayunar algo, visita al Englischer Garten. Después tocaba despedirse, tanto de Sergio y Félix, como del resto, ya que ellos viajaban a Alicante y yo a Barcelona.




Que más puedo contar, otro viajecito para recordar, y además rodeado de muy buena gente. Muchas gracias por todo a: Donka, Claudia, Sergio, Félix, Aina, Bea, Alejandra, Irene y como no a David, mi compañero de viaje.